En la playa, ningún tipo de obstáculo impide acercarse al máximo a los elefantes, tan sólo el código ético de conducta hacia estos gigantones y el sentido común de velar por la propia integridad (fuera del agua son más rápidos de lo que aparentan).
jueves, 25 de mayo de 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario