Sapo gigante, uno de los asiduos visitantes nocturnos que, con la puesta de sol, acudían a los parterres de la zona ajardinada del hotel en busca de alimento e incluso un refrescante chapuzón en la piscina. El ejemplar de la imagen estaba siendo hostigado por molestas garrapatas que parasitaban enganchadas a su papada (click en la imagen para ampliar).
jueves, 5 de mayo de 2050
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Excelente detalle, y lo más seguro es que las garrapatas a su vez también tuvieran diminutos huéspedes, y estos a su vez… Definitivamente la vida es una pasada, lástima que nos empecinemos en destruirla.
Josep.P.T
Así es, Josep, seguramente habría algún huésped más diminuto aun... he de conseguir un macro más potente :)
Gracias por tu visita y comentario, recibe un cordial saludo.
Pedro
Excelente blog. Acabo de conocerlo y me parece sumamente interesante. Felicidades desde www.elojodelbuite.blogspot.com
Publicar un comentario